MAMOUDZOU – El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó el jueves al archipiélago de Mayotte, en el océano Índico, para evaluar la devastación causada por el ciclón Chido mientras miles de personas intentaban sobrevivir sin lo más esencial, como agua o electricidad.
“Mayotte está destruida”, le dijo un agente de seguridad del aeropuerto tan pronto como bajó del avión.
Recommended Videos
La agente, Assane Haloi, contó que sus familiares, entre los que hay niños pequeños, no tienen agua, electricidad ni un lugar al que ir luego de que el ciclón más potente en casi un siglo azotó el sábado el territorio francés, ubicado frente a la costa africana.
“No hay un techo, no hay nada. No hay agua, no hay comida, no hay electricidad. Ni siquiera podemos resguardarnos, estamos todos mojados con nuestros hijos cubriéndonos con lo que tenemos para poder dormir”, aseguró, pidiendo ayuda de emergencia.
Macron sobrevolará la zona en helicóptero para una valoración aérea de los daños antes de visitar dirigirse al hospital en Mamoudzou, la capital de Mayotte, para reunirse con los médicos y los pacientes.
Vistiendo una bufanda tradicional de Mayotte sobre camisa blanca y corbata, con las mangas remangadas hasta los codos, el mandatario escuchó los pedidos de ayuda de la gente a su paso. Un miembro del personal sanitario le dijo que había personas que no habían podido beber agua en 48 horas.
Algunos residentes mostraron también su agonía por no tener noticias sobre los fallecidos o desaparecidos, en parte debido a la práctica musulmana de enterrar a los muertos en el plazo de 24 horas.
Estelle Youssoufa, legisladora por Mayotte, indicó que “estamos lidiando con fosas comunes al aire libre. No hay rescatistas, nadie ha venido a recuperar los cuerpos sepultados”.
Algunos sobrevivientes y grupos de ayuda han descrito entierros apresurados y el hedor de los cuerpos.
Macron reconoció que muchos de los que decesos no han sido reportados y añadió que “en los próximos días” se repararán los servicios telefónicos para reportar la desaparición de seres queridos.
Las autoridades francesas dijeron que al menos 31 personas han muerto y más de 1.500 resultaron heridas, más de 200 de ellas de gravedad. Pero se teme pueda haber cientos, o incluso miles, de fallecidos.
Se espera que Macron visite más tarde un vecindario destruido.
Abdou Houmadou, de 27 años, dijo que lo que se necesita es ayuda de emergencia, no la presencia de Macron. “Señor presidente, lo que me gustaría decirle... es que el gasto que ha hecho desde París hasta Mayotte habría sido mejor invertido en ayudar a la gente”, afirmó.
Otro residente, Ahamadi Mohammed, apuntó que la visita de Macron “es algo bueno porque podrá ver por sí mismo los daños".
“Creo que recibiremos ayudas importantes para intentar recuperar la isla”, indicó el hombre, de 58 años.
La oficina de Macron señaló que en el vuelo presidencial se mandaron cuatro toneladas de alimentos y ayuda médica, además de a más rescatistas.
Estaba previsto que un barco de la Armada llegase a Mayotte el jueves con 180 toneladas de ayuda y equipos, según el ejército francés.
Los residentes en un vecindario marginal de gran tamaño a las afueras de Mamoudzou estaban entre los más afectados por el paso del meteoro. Muchos perdieron sus casas y algunos a amigos.
Nassirou Hamidouni se refugió en su vivienda llegó el ciclón.
Su vecino murió cuando su casa se derrumbó sobre él y sus seis hijos. Hamidouni y otros escarbaron entre los escombros para llegar hasta ellos.
Este padre de cinco hijos, de 28 años, está tratando de reconstruir su propia casa, que también quedó destruida.
Cree que el número de muertos es mucho mayor al reportado por las autoridades dada la gravedad de lo que vivió.
“Fue muy duro”, señaló.
Mayotte, ubicada en aguas del Índico entre la costa africana oriental y el norte de Madagascar, es el territorio más pobre de Francia.
El ciclón arrasó barrios enteros mientras muchas personas ignoraban las advertencias, pensando que la tormenta no sería tan extrema.
Mayotte tiene más de 320.000 habitantes, de acuerdo con los datos del gobierno francés.
La mayoría de los residentes son musulmanes, y las autoridades francesas estiman que unos 100.000 migrantes viven en la isla.
Mayotte es la única parte del archipiélago de Comoras que votó a favor de seguir formando parte de Francia en un referéndum en 1974.
En la última década, ha registrado una llegada masiva de migrantes de las islas vecinas — la nación independiente de Comoras, uno de los países más pobres del mundo. Otros proceden de lugares tan lejanos como Somalia con la esperanza de poder llegar al continente europeo.
___
Corbet informó desde París. La periodista de The Associated Press Masha Macpherson en París contribuyó a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.