QUITO – Una falla en una línea de transmisión generó un apagón el viernes en varios sectores de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, precisamente en la jornada en que el gobierno anunció la suspensión de los racionamientos eléctricos en los hogares luego de varios meses de aplicarlos y de una crisis energética que no ha cesado.
Los reportes de los guayaquileños en redes sociales señalaron cortes en al menos seis barrios, además de en las ciudades aledañas de Samborondón y Durán, unos 265 kilómetros (164 millas) al suroeste de Quito.
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La falla ocurrió en la línea de transmisión Chorrillos-Tisaleo de 500 kilovatios, “debido a las condiciones adversas registradas en la zona, con intensas lluvias”, señaló el ministerio de Energía en la red social X. El equipo técnico trabaja para “restablecer el servicio en el menor tiempo posible”, agregó.
Más temprano, la ministra de Energía interina, Inés Manzano, había asegurado en X que “hemos cumplido”, y destacó que “hoy la gestión de la crisis eléctrica se expresa en resultados”. También anunció la llegada de una nueva barcaza con energía flotante para aportar 100 megavatios al sistema nacional de energía.
A pesar del anuncio, habitantes de la capital reportaron cortes de luz el viernes al mediodía, que la Empresa Eléctrica Quito atribuyó en X a una falla en un “proyecto de cambio de voltaje” que generó la desconexión del servicio en el norte de la ciudad y que luego fue normalizado.
El fin de los cortes excluye a siete grandes industrias, incluidas las mineras, que no recibirán suministro en lo que resta de diciembre.
El gobierno ecuatoriano no ha informado hasta cuándo durará la suspensión de los cortes.
“La crisis no termina hoy con la suspensión de los apagones”, dijo a The Associated Press Carolina Bernal, experta y docente de la Politécnica Nacional. Si no se concreta la implementación de energía termoeléctrica, y si las condiciones climáticas no favorecen que las lluvias se mantengan, “podríamos retornar a los racionamientos”, afirmó.
Un apagón masivo en septiembre anticipó lo que se convertiría días después en una severa crisis del sector, que derivó en la aplicación de racionamientos en todo el país, los cuales llegaron a durar hasta 14 horas diarias y afectaron a los hogares y al sector productivo.
La sequía histórica fue, según las autoridades, la causante de la baja en las cuencas de los ríos que abastecen las principales centrales hidroeléctricas del país, que debieron operar con niveles mínimos e incluso pararon su actividad.
El abastecimiento de energía de Ecuador depende del agua en más del 70%, con lo que el déficit alcanzó los 1.800 megavatios para una demanda diaria promedio de más de 4.000.
Pero los expertos sostienen que el estiaje o período de secas se produce anualmente entre octubre y marzo, por lo que las autoridades debieron haber tomado las medidas necesarias para evitar la crisis.
En una primera estimación realizada por el ministro de Economía, Juan Carlos Vega, las pérdidas por los racionamientos de luz ascendieron a unos 1.700 millones de dólares, que equivalen al 1,5% del producto interno bruto.
En declaraciones a la AP, el especialista Fernando Salinas consideró que sólo se ha conseguido un incremento puntual de la oferta energética para cubrir lo que resta de diciembre. Con el fin de evitar futuras crisis, el gobierno debería garantizar la cobertura de los 400 o 500 megavatios que crece la demanda anualmente y solucionar una tarifa eléctrica deficitaria, agregó.