COCONUT GROVE, Fla. – Una familia de 11 integrantes enfrenta las secuelas de un devastador incendio que arrasó con su dúplex en Coconut Grove la víspera de Navidad, dejándolos sin hogar pero agradecidos por su seguridad y el apoyo de su comunidad.
Helena Martínez, de 17 años, estaba en casa el martes por la tarde con sus hermanos menores, de 3 y 8 años, cuando notó humo llenando su residencia en Southwest 30th Road, cerca de la U.S. 1.
“Fue rápido, muy rápido,” dijo Helena. “Las llamas venían de esa esquina, y vi toda la casa llena de humo. Tomé a los niños y salí corriendo con ellos, uno en cada mano.”
Los bomberos de Miami llegaron rápidamente y encontraron la vivienda envuelta en llamas y humo. En el dúplex vivían seis adultos y cinco niños de la misma familia, que ahora se encuentran desplazados.
“Este es el lugar donde tengo la mayoría de mis recuerdos,” comentó Helena, recordando momentos especiales con sus hermanos. “Mi hermana dio sus primeros pasos aquí, y mi hermano, que tiene síndrome de Down, empezó a caminar en este espacio.”
A pesar de la pérdida, la familia se mostró resiliente. José Martínez, padre de Helena, expresó su gratitud por la bondad de su comunidad.
“No dejamos que esto arruinara la Navidad,” dijo Helena.
Los bomberos de Miami lograron salvar algunos regalos de Navidad, mientras que Casola’s Pizzeria les proporcionó una comida y la iglesia de José los acogió para la Nochebuena. La Cruz Roja también ofreció asistencia temporal, incluyendo fondos para una estancia en un hotel.
La principal preocupación de la familia ahora es encontrar una vivienda a largo plazo que pueda acomodar a todos.
“Si es un lugar donde podamos estar juntos, está bien,” dijo José. “Pero si tenemos que separarnos, lo importante es que los niños estén en un lugar seguro.”
Helena lanzó una página de GoFundMe para ayudar a su familia a reconstruir su vida, recibiendo miles de dólares en donaciones, muchas de ellas de amigos y profesores de su escuela secundaria, Immaculata-LaSalle.
Mientras trabajan para recuperarse, la familia Martínez se mantiene esperanzada, confiando en su fe y en la generosidad de su comunidad.