TAMARAC, Fla. – Las recién publicadas llamadas al 911 captaron el pánico y el miedo de los vecinos después de que, según los investigadores, una disputa doméstica se convirtiera en un triple asesinato en Tamarac el pasado domingo.
“Dígame exactamente qué ocurrió,” preguntó un operador del 911 en una de las llamadas.
“Me desperté de un salto… escuché disparos y gritos,” respondió el testigo.
En otra llamada, una mujer relató: “Hace unos cinco minutos, alguien estaba golpeando la puerta. Una mujer golpeaba muy fuerte, corría por la calle con una niña pequeña. Parece que alguien la estaba persiguiendo.”
Las autoridades informaron que Nathan Gingles, de 43 años, residente de Lauderhill, asesinó a su suegro, David Ponzer, de 64 años; a su esposa de la que se encontraba separado, Mary Gingles, de 34 años; y a su vecino, Andrew Ferrin, de 36 años, antes de secuestrar a su hija de 4 años, Seraphine, quien más tarde fue encontrada físicamente ilesa.
La Oficina del Sheriff de Broward (BSO) suspendió a un teniente, dos sargentos y cuatro agentes tras una investigación interna que reveló múltiples fallos en el manejo de advertencias previas sobre Gingles, quien tenía un historial de violencia doméstica.
Según los investigadores, Mary Gingles había realizado docenas de llamadas a las autoridades denunciando amenazas de su esposo del que estaba separada.
Registros judiciales muestran que Nathan Gingles violó repetidamente una orden de restricción, y en diciembre, un mandato judicial requería que los agentes le confiscaran las armas. A pesar de esto, BSO se las devolvió en octubre.
El sheriff de Broward, Gregory Tony, no ocultó su frustración al hablar sobre las acciones de su departamento en una conferencia de prensa el miércoles.
“Lo que he visto aquí es un desempeño patético, complacencia y personas que no hicieron su trabajo como debían,” declaró Tony.
Transmisiones radiales obtenidas por Local 10 News revelan el caos que los agentes enfrentaron ese día.
“Ahora informan que han sido un total de nueve disparos,” dijo un despachador.
Mientras tanto, los familiares de las víctimas exigen respuestas.
“¿Por qué ocurrió esto? ¿Cómo pudieron fallar de manera tan desastrosa?” preguntó Briana Gulas, prima de Mary Gingles y sobrina de David Ponzer, en una entrevista telefónica con Local 10 el jueves.
Sumando a la indignación, las autoridades informaron que un agente vio a Nathan Gingles caminando de la mano con su hija descalza, quien acababa de presenciar los asesinatos, pero no lo detuvo ni lo interrogó.
“Los agentes sabían que era inestable. Tanto así que le confiscaron las armas... y luego se las devolvieron,” criticó Gulas.
Registros penitenciarios muestran que Nathan Gingles enfrenta tres cargos de asesinato en primer grado, además de varios otros delitos graves, incluido secuestro. Permanece detenido sin derecho a fianza en la cárcel principal de Broward.
Una vigilia está programada para la noche del domingo, mientras la comunidad de Tamarac llora a las víctimas.
Las autoridades indicaron que las suspensiones de los agentes siguen bajo revisión.