QUITO – Al menos nueve detenidos, entre ellos cuatro menores de edad, dejaron el sábado los operativos de seguridad en un barrio popular de Guayaquil, la ciudad portuaria de Ecuador donde continúa la búsqueda de los presuntos responsables de una nueva masacre en la nación andina, que dejó 22 fallecidos, informaron las autoridades. Hasta el momento, 29 personas han sido capturadas o aisladas, indicaron.
El jueves, en los barrios Socio Vivienda 1 y 2 y La Barraca, en el distrito Nueva Prosperina, más de 20 sujetos con armas de grueso calibre acribillaron a más de dos decenas de personas e hirieron a tres.
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El hecho fue atribuido por las autoridades policiales a una disputa por el control del territorio entre dos facciones del grupo de delincuencia organizada Los Tiguerones, divididos en Los Fénix y Los Igualitos.
Los detenidos del sábado durante allanamientos a 15 viviendas --que según las autoridades registran antecedentes penales por asesinato, tráfico de drogas, asociación ilícita y otros delitos— se suman a 20 capturados en la víspera a quienes un juez les dictó orden de prisión preventiva por presunto asesinato, informó el general Pablo Dávila, comandante de la zona 8.
Durante la jornada se decomisaron cinco armas de fuego, dos revólveres, tres tacos de dinamita, dos vehículos, municiones y droga, agregó en declaraciones a la prensa.
Ecuador afronta desde hace cuatro años una ola de violencia que las autoridades de turno no han logrado detener con innumerables estados de excepción y operativos de las fuerzas de seguridad.
En enero del año pasado, el gobierno de Daniel Noboa declaró que el país andino afronta un conflicto armado interno y calificó de terroristas a 22 organizaciones criminales, entre ellas a los Tiguerones.
El país acumuló un récord de muertes violentas en 2023 con 8.248 asesinatos, mientras 2024 cerró con 6.987, según cifras oficiales. No obstante, en 2025, las cifras de muertes durante el primer mes, 731, convirtieron a enero en el mes más sangriento del que se tenga registro.
La crisis de inseguridad y violencia se acrecentó a la par de la expansión de grupos de delincuencia organizada vinculados con cárteles del narcotráfico internacional que han convertido al país andino en lugar de acopio, bodega y tráfico de drogas que ingresan especialmente por la frontera norte, de acuerdo con las autoridades.