LIMA – La fiscal general de Perú envió el viernes al Parlamento una denuncia contra la presidenta, Dina Boluarte, para que al final de su mandato pueda ser juzgada por los presuntos delitos de omisión de funciones y abandono del cargo para someterse a varias cirugías estéticas sin avisar ni al Congreso ni a los ministros.
Boluarte, cuyo mandato termina en julio de 2026, acumula otras denuncias en el Parlamento por supuesto enriquecimiento ilícito, colusión, responsabilidad en la muerte de 44 de los 50 civiles fallecidos durante protestas que exigían su renuncia, así como en las lesiones de otros 75 en esas movilizaciones hace más de dos años.
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En Perú, los presidentes tienen inmunidad hasta cinco años después del final de su mandato. Una vez que la fiscalía efectúa una denuncia ante el Parlamento, la cámara puede autorizar que un mandatario sea juzgado por la Corte Suprema apenas abandone el cargo.
El Ministerio Público indicó en un comunicado que la fiscal general, Delia Espinoza, presentó la nueva denuncia contra Boluarte, quien “habría un omitido, de forma ilegal, comunicar al Consejo de Ministros y al Congreso su impedimento físico temporal para el ejercicio del cargo entre el 29 de junio y el 9 de julio de 2023, debido a un procedimiento quirúrgico al que se sometió que implicó múltiples cirugías estéticas”.
La fiscalía sostiene que en esos 11 días Boluarte “se encontró bajo una causal de suspensión del ejercicio de sus funciones establecidas”, por lo que debió avisar al Parlamento y al Consejo de Ministros para que un funcionario la reemplazara, según exige la Constitución, algo que no hizo.
En ese periodo, Boluarte “habría abandonado temporalmente el cargo de presidenta, con lo que habría afectado al funcionamiento regular del Estado, tras someterse a un conjunto de cirugías estéticas en una conocida clínica local el 28 de junio de 2023”, agregó.
Boluarte ha hablado poco sobre el tema. En enero de 2025 indicó en una ceremonia pública que sufría de “rinitis crónica” desde 2011, que su operación duró 40 minutos y se realizó con anestesia local y que se le corrigió “el tabique desviado que tenía y los cornetes crecidos que no me dejaban respirar”.
Pero a principios de mayo, Mario Cabani, el médico que la operó, dio más detalles a la televisora local América y aseguró que en total se le practicaron cinco intervenciones: la que había reportado la mandataria y otros cuatro procedimientos estéticos, incluidos una rinoplastía, una intervención en los párpados inferiores y un injerto de grasa en algunas zonas del rostro.
Los expertos creen que la discusión de fondo no es si Boluarte se sometió a una intervención estética, sino que su ausencia durante la cirugía y la posterior recuperación habrían ocasionado un vacío de poder al no haber nombrado un reemplazo.
La fiscalía abrió el caso cuando Alberto Otárola, que era el primer ministro en la época en que se produjo la cirugía, dijo a una comisión del Parlamento en diciembre de 2024 que la mandataria se reincorporó a las reuniones presenciales de ministros una semana y media después de su operación.
Boluarte no realizó comentarios acerca de la nueva denuncia el viernes. Tiene previsto viajar a Roma, donde el domingo asistirá a los actos oficiales de proclamación de Robert Francis Prevost, antiguo obispo de Chiclayo, como el papa León XIV.