DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos – El multimillonario Elon Musk afirmó el martes que está comprometido a ser el CEO de Tesla dentro de cinco años, al tiempo que el fabricante de automóviles enfrentó una intensa presión de los consumidores y del precio de las acciones debido a su trabajo con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.
La pregunta surgió durante una aparición en video de Musk en el Foro Económico de Qatar organizado por Bloomberg, luego que Musk viajara recientemente a Doha como parte de la gira de Trump a Oriente Medio la semana pasada. El jefe de SpaceX y Starlink ofreció respuestas breves, volviéndose combativo ante preguntas sobre sus negocios y cómo su participación en la política había afectado a sus empresas.
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La moderadora Mishal Husain preguntó: “¿Se ve a sí mismo y está comprometido a seguir siendo el director ejecutivo de Tesla dentro de cinco años?”
Musk respondió: “Sí”.
Husain insistió: “¿No hay duda de eso en absoluto?”
Musk agregó, riendo: “No puedo seguir aquí si estoy muerto”.
Tesla ha enfrentado una intensa presión al tiempo que Musk trabaja con Trump como parte de su esfuerzo autodenominado Departamento de Eficiencia del Gobierno, particularmente en medio de su campaña de recortes en el gobierno federal.
Cuando se le preguntó si lo que enfrentó le hizo reconsiderar su participación en la política, Musk se quedó en silencio y miró fuera de cámara por un momento antes de responder.
“Hice lo que tenía que hacer”, indicó. “No soy alguien que haya cometido violencia y, sin embargo, se cometió una violencia masiva contra mis empresas, se amenazó con una violencia masiva contra mí”.
Agregó: “No se preocupen: vamos por ustedes”.
Cuando se le preguntó sobre sus donaciones políticas, que incluyen al menos 250 millones de dólare para apoyar la elección de Trump, Musk dijo que “haré mucho menos en el futuro”.
“Creo que he hecho suficiente”, añadió.
Un juez de Delaware frenó un paquete de pago, otrora valorado en 56.000 millones de dólares, que Tesla le debe a Musk. El martes se refirió a la canciller de la corte de Delaware, Kathaleen St. Jude McCormick, como una “activista que está disfrazada de juez en un traje de Halloween”.
Sin embargo, reconoció que su pago de Tesla era parte de su consideración sobre quedarse con el fabricante de automóviles, aunque también quería “suficiente control de voto” para que “no pueda ser expulsado por inversores activistas”.
“No es una cuestión de dinero, es una cuestión de control razonable sobre el futuro de la empresa, especialmente si estamos construyendo millones, potencialmente miles de millones de robots humanoides”, agregó.