BOGOTÁ – El presidente colombiano Gustavo Petro advirtió el jueves al gobierno peruano que está dispuesto a interponer una demanda internacional en caso de que no logren acordar a cuál de los dos países pertenece una isla en el río Amazonas que surgió en la frontera común.
Desde la localidad de Leticia, fronteriza con Perú, Petro instó al país vecino a buscar una solución para la disputa limítrofe en una comisión bilateral, y advirtió que, en caso de que no funcione, “iremos a la demanda internacional”.
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El territorio en disputa es una pequeña formación de más de 27 kilómetros cuadrados (10 millas cuadradas) en medio del Amazonas, bautizada isla Santa Rosa, que surgió a mediados del siglo pasado. Actualmente viven allí unas 3.000 personas, distribuidas en más de 10 aldeas.
Petro acusó el martes a Perú de estar copando ese territorio que Bogotá considera parte de la Amazonía colombiana, e incumpliendo un tratado bilateral entre ambos países firmado en 1934 con el que se puso fin a una guerra que libraron entre 1932 y 1933 por los límites fronterizos.
Sin embargo, las autoridades peruanas sostienen que siempre fue territorio de Perú porque, según aseguran, forma parte de una isla más grande llamada Chinería, la cual fue asignada a ese país por una comisión demarcadora binacional en 1922. Lima ha dicho que está dispuesta a dialogar, pero no a ceder su territorio.
Petro aseguró que la isla no ha sido asignada a Perú ni a Colombia, por lo que instó al gobierno vecino a decidir a quién corresponde. “Los invito a ponernos de acuerdo”, declaró el mandatario colombiano.
Petro decidió trasladar a Leticia —capital del departamento de Amazonas— la conmemoración de la Batalla de Boyacá con la que el país selló su independencia de España, como un acto simbólico para reclamar a Perú la soberanía de la isla en disputa.
“Si entramos a guerra aquí sería como decirle a la humanidad que no hay esperanza... Y Petro no es hombre de guerra, aunque sabe de la guerra”, expresó el presidente, quien en su juventud militó en una guerrilla que depuso las armas en 1990. “Nosotros hablamos primero y es mejor hablar siempre una y otra vez hasta que se agote la palabra”.
En paralelo, el primer ministro peruano Eduardo Arana y varios ministros más visitaron la isla de Santa Rosa para participar de una actividad de ayuda social. Arana leyó un comunicado, en el que dijo que “no existe discusión alguna” sobre la soberanía de Perú en la isla. Sin mencionar a Petro, comentó que los presidentes de Sudamérica deberían ”concentrar" sus empeños en las áreas de educación, salud y lucha contra la pobreza.
La presidenta peruana Dina Boluarte, quien realiza una gira por Japón, reiteró en un mensaje nocturno difundido por la televisión pública que “no hay nada pendiente que tratar” con los “hermanos colombianos”. Además pidió “calma” y mantener la unión, antes de continuar su gira, ahora por Indonesia.
La isla tiene problemas de delincuencia transfronteriza, incluido narcotráfico y trata de personas, debido a que sus fuerzas de seguridad son insuficientes, según un informe de la policía peruana. Debido a la escasa presencia del Estado, gran parte de los pobladores han dicho a periodistas que cruzan hacia Leticia o la ciudad brasileña de Tabatinga en busca de servicios de salud y educación de los que carecen en Perú.
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El periodista de la AP Franklin Briceño colaboró en este reporte desde Lima.