SANTIAGO – La Cámara de Diputados de Uruguay aprobó el martes un proyecto de ley para permitir la eutanasia que, de ser avalada por el Senado, convertiría al país en la tercera nación de América Latina en autorizar la muerte asistida.
La iniciativa fue aprobada tras una larga sesión en el Parlamento en Montevideo que obtuvo 64 votos a favor y 29 en contra, cinco años después de que el país —de 3,5 millones de habitantes— empezara a debatir por primera vez la muerte asistida.
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Tras el visto bueno de la cámara baja el proyecto deberá ahora ser discutido y votado por el Senado.
Además de casi la totalidad de la bancada oficialista, la propuesta recibió el respaldo de diputados de la oposición para alcanzar el mínimo necesario de 50 de los 99 votos posibles para su aprobación.
“La muerte forma parte de la vida y es necesario hablar de ello, por eso consideramos la eutanasia como un ejercicio de derecho”, dijo en su exposición el diputado del oficialista Frente Amplio, Luis Enrique Gallo, uno de los principales impulsores de la iniciativa. “Cada uno tiene el mismo derecho a elegir su muerte que elegir su vida”.
En América Latina, sólo dos países han permitido la eutanasia: Colombia —que cuenta con un extenso historial de normativas para la muerte digna— y Ecuador, cuyo Tribunal Supremo despenalizó recientemente la práctica en respuesta a la demanda de una mujer con una enfermedad terminal, aunque no se ha aplicado nunca.
El proyecto señala que la norma tiene como “objeto regular y garantizar el derecho de las personas a transcurrir dignamente el proceso de morir, en las circunstancias que ellas determinen” y busca ofrecer una muerte “indolora, apacible y respetuosa” a quienes así lo deseen, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones.
Los pacientes que opten por el procedimiento deben ser mayores de edad, estar psíquicamente aptos y que “cursen la etapa terminal de una patología incurable e irreversible” o padezcan “sufrimientos que resulten insoportables”, añade el texto aprobado.
Asimismo, sólo podrán acceder a la eutanasia ciudadanos uruguayos o extranjeros que acrediten residencia fehaciente y los solicitantes deberán recibir el aval de al menos dos profesionales de la salud.
El proyecto de ley sobre muerte digna fue presentado por diputados del Frente Amplio a inicios de este año y en julio fue aprobado por la Comisión de Salud de la cámara baja. En 2022 una iniciativa similar naufragó tras quedar estancada en el Senado.
Si bien Uruguay cuenta desde 2013 con una reglamentación que permite que pacientes terminales se opongan a recibir tratamientos médicos que prolonguen su vida, la eutanasia y el suicidio asistido están prohibidos y se los considera un delito de “homicidio piadoso”, según el Código Penal.
El oficialismo confía que el proyecto en el Senado sea aprobado antes de fin de año ya que el oficialista Frente Amplio cuenta con la mayoría de los escaños en la cámara alta.
En el mundo, un reducido grupo de países permiten la muerte asistida, entre ellos Bélgica, Canadá, Países Bajos, España y algunas partes de Australia y Estados Unidos, entre otros.
En 2022, cuando el Parlamento uruguayo debatía el proyecto que naufragó, un 77% de los uruguayos se mostraron de acuerdo con la ley en determinadas circunstancias, según una encuesta del Portal de Análisis Político, Opinión Pública y Estudios Sociales Factum.